Foto: fuente externa
El Parque Nacional de los Haitises es un lugar místico donde la naturaleza se siente libre de verdad y los islotes que salpican el agua se convierten en reductos exclusivos para las aves, los peces y algunos otros animales. Todo lo que surge de esos mogotes calizos ha sido plantado y replantado por los pájaros que llevan las semillas de aquí para allá en sus vuelos libres.
Se tarda toda una mañana en recorrer estas rocas que han ido desprendiéndose de las islas más grandes y que forman canales donde al agua se mueve calmada, casi guardando la memoria de los petroglifos que aún se pueden ver en algunas cuevas entre bosques de manglares.
Cuenta una leyenda que en estos 1.600 kilómetros cuadrados de mogotes se esconden las Ciguapas, mujeres de pelo largo que caminan de espalda y que devoran a cualquiera que haga daño a la selva. Quizás por eso, este parque natural es el mejor conservado de todo el país.
Para los más televisivos, hay que señalar que en este paraje se grabaron las primeras ediciones de Supervivientes donde los concursantes eran abandonados en una playa donde no había nada, sólo cocos y mosquitos. Todavía pueden verse lo palos clavados en el mar donde los participantes tenían que mantenerse en equilibrio el máximo tiempo posible para ganar la recompensa en una de las pruebas más clásicas de este programa.