(FUENTE EXTERNA)
New York Mets es al día de hoy el mejor equipo en la Liga Nacional y segundo mejor en MLB, solo superado por Detroit Tigers, un mérito que se debe entregar al aporte colectivo de cada uno de sus peloteros y al manager Carlos Mendoza. Sin embargo, hay que hacer reconocimiento aparte a Juan Soto, quien pese a que no vive el mejor momento de su carrera, es un jugador generacional y élite en Las Mayores.
La franquicia de Queens es líder de la División Este de la Liga Nacional con récord de 45-25, superando por 4.5 juegos a Philadelphia Phillies (40-29) y por al menos 14 juegos a Atlanta Braves, Washington Nationals y Miami Marlins. ¡Vaya nivel!
Hasta la fecha, el jardinero dominicano en MLB acumula un WAR de 3.0 en 69 juegos celebrados. El zurdo mantiene una línea ofensiva de .253/.389/.855 con 63 hits, 14 dobles, 13 jonrones, 36 remolcadas, 51 anotadas y 57 bases por bolas. Aunque estos números no son los habituales para él, tarde o temprano demostrará todo su poder y el motivo inicial por el que firmó el mayor contrato en la historia de cualquier deporte.
Precisamente uno de esos hits y una de esas bases por bolas llegaron en el último encuentro entre New York Mets y Tampa Bay Rays. Allí, Juan Soto reportó jornada de 4-1 con carrera anotada, carrera impulsada y base por bolas. Con ese encuentro, el dominicano llegó a 360 juegos en Grandes Ligas con 1+ hits y 1+ bases por bolas y entendiendo que solo tiene 26 años, nos damos cuenta que empató a un histórico en MLB.
Sucede que Juan Soto igualó el tercer puesto en la historia de MLB entre los peloteros con 1+ hits y 1+ bases por bolas antes de cumplir los 27 años a la leyenda Jimmie Foxx, quien entre 1927 y 1934 registró la misma métrica. El líder histórico es Mickey Mantle con 380. De hecho, el Top 10 se define así:
El legado de Juan Soto en MLB ya se está forjando como el de un bateador generacional. En una era donde el poder es a menudo priorizado sobre la disciplina en el plato, el dominicano representa un equilibrio excepcional. Su enfoque en la capacidad de embasarse lo coloca en la conversación con algunos de los grandes bateadores de la historia que dominaron esta faceta del juego.
Además, su juventud augura una carrera llena de récords y hitos, lo que lo posicionará como una figura central en la narrativa del béisbol moderno. Su impacto va más allá de las estadísticas individuales, eleva el nivel de competitividad y demuestra que la paciencia y la estrategia en el plato son tan valiosas como la fuerza bruta.
Para New York Mets, la adquisición de Juan Soto representa un cambio considerable en su ofensiva. Se convierte en el ancla que tanto necesitaban, un bateador de élite alrededor del cual pueden construir una alineación formidable, e insisto, pese a que no presenta los mejores números y a los que nos tiene acostumbrados en su carrera.
Es un jugador que no solo garantiza corredores en base, sino que también protege a los bateadores detrás de él y genera más oportunidades de anotar carreras. Más allá de su producción individual, Juan Soto aporta una mentalidad ganadora y una presencia dominante en el clubhouse, lo que puede ser contagioso para el resto del equipo. Su llegada eleva las expectativas y coloca a los de Queens como contendientes serios, brindando a la afición una estrella de primer nivel para seguir y celebrar.